Triple Femicidio en Florencio Varela: Ascenso y Caída de "Pequeño J"

Triple Femicidio en Florencio Varela: Ascenso y Caída de Triple Femicidio en Florencio Varela: Ascenso y Caída de "Pequeño J"

El brutal triple femicidio de Lara Gutiérrez (15), Morena Verdi (20) y Brenda del Castillo (20) en Florencio Varela ha conmocionado a la opinión pública. La investigación se centra en Tony Janzen Valverde Victoriano, alias "Pequeño J", un joven de 20 años originario de Perú, como el principal sospechoso.

¿Quién es "Pequeño J"?

Nacido en Trujillo, Perú, en 2005, "Pequeño J" creció en un barrio marginal con altos índices de criminalidad y pobreza. Abandonó la escuela primaria y, según las investigaciones, se involucró en el mundo del narcotráfico. Su ambición lo llevó a Buenos Aires, donde buscó establecerse como un importante distribuidor de Tusi, una droga sintética.

El Búnker y la Red de "Pequeño J"

Según el ministro de Seguridad bonaerense, Javier Alonso, "Pequeño J" operaba desde un búnker en la villa 21-24, en el Bajo Flores. Este búnker fue tomado por la fuerza, lo que sugiere una lucha por el control del territorio. Alonso también reveló que "Pequeño J" reclutaba jóvenes, principalmente mujeres de entre 16 y 17 años, a quienes utilizaba para fines aún no del todo esclarecidos. Estas jóvenes, según testimonios, acompañaban a "Pequeño J" y a sus secuaces, conocidos como "perros", en sus desplazamientos.

El Móvil del Triple Femicidio

Las autoridades creen que "Pequeño J" buscaba expandir su negocio de Tusi a Florencio Varela y que el triple femicidio podría estar relacionado con esta ambición. Se investiga si las víctimas tenían algún vínculo con la red de narcotráfico o si fueron asesinadas por otros motivos.

La Investigación Continúa

Además de "Pequeño J" y su ladero Miguel Ozorio, hay otros cuatro prófugos en la causa. La policía ha intervenido varios teléfonos utilizados por "Pequeño J" y está rastreando sus movimientos en Capital Federal y sus posibles escondites, incluyendo un departamento conocido como "el departamento del Riachuelo". La colaboración de testigos, especialmente las jóvenes que estuvieron vinculadas a "Pequeño J", es crucial para esclarecer el caso.

Este caso pone de manifiesto la creciente problemática del narcotráfico y la violencia en los barrios marginales, así como la necesidad de políticas públicas efectivas para proteger a los jóvenes en situación de vulnerabilidad.

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