Venta de Tierras del INTA: ¿Qué Implica la Decisión del Gobierno?

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La reciente admisión de Federico Sturzenegger, Ministro de Desregulación, sobre el análisis de la venta de 70,000 hectáreas pertenecientes al Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA) ha generado controversia y preocupación en diversos sectores. Esta medida, que se suma a la intervención y degradación del INTA y otros organismos clave, plantea interrogantes sobre el futuro del desarrollo agropecuario y científico en Argentina.

¿Por qué se toma esta medida?

Según Sturzenegger, solo 45,000 de las 110,000 hectáreas del INTA se utilizan actualmente para experimentación con fines comerciales y productivos. Esta justificación, sin embargo, no ha convencido a muchos, quienes ven en la medida una priorización de intereses privados y/o extranjeros por sobre el interés público y el desarrollo científico-tecnológico.

La decisión implica que las tierras pasarán a la Administración de Bienes del Estado (AABE) y que el INTA dejará de ser un organismo autárquico, pasando a depender totalmente de la Secretaría de Agricultura. Esta pérdida de autonomía genera inquietudes sobre la capacidad del INTA para llevar adelante sus investigaciones y proyectos de manera independiente.

Implicaciones y Críticas

La intervención del INTA, junto con la de otros organismos como el INTI, INASE, INV, INPI, Ariccame e Inafci, ha sido criticada por diversos sectores que cuestionan la necesidad de estas medidas. Argumentan que estos organismos funcionaban correctamente y que no existía una demanda social o económica que justificara su degradación. Se teme que estas acciones afecten negativamente la investigación, el desarrollo tecnológico y la asistencia técnica al sector agropecuario y a la agricultura familiar.

Además, se cuestiona el diagnóstico oficial que califica al INTA como “sobredimensionado” y con “graves deficiencias administrativas”. Se argumenta que estas justificaciones ocultan otros intereses, como el valor de las tierras que el INTA maneja, que podrían ser aprovechadas por intereses privados.

En resumen, la venta de tierras del INTA y la intervención de otros organismos estatales generan incertidumbre y preocupación sobre el futuro del desarrollo agropecuario y científico en Argentina. Es fundamental un debate abierto y transparente sobre las implicaciones de estas medidas y su impacto en el sector productivo y en la sociedad en general.

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