El Secretario de Defensa de Estados Unidos, Pete Hegseth, defendió un controvertido ataque a un barco sospechoso de transportar drogas en el Caribe, invocando la doctrina de la "niebla de guerra". El incidente, ocurrido a principios de septiembre, ha generado intensas críticas y ha desatado investigaciones por parte de legisladores.
Durante una reunión de gabinete en la Casa Blanca, Hegseth explicó que tras el primer ataque, el barco "explotó en fuego y humo, no se podía ver nada... A esto se le llama la niebla de guerra". Sus declaraciones buscan justificar la orden de un segundo ataque al mismo barco, una decisión que ha levantado interrogantes sobre la proporcionalidad y la legalidad del uso de la fuerza.
Hegseth también afirmó que no permaneció en el lugar tras el primer ataque, pero que el almirante a cargo "tomó la decisión correcta" al ordenar el segundo ataque, una acción que, según él, estaba dentro de su "completa autoridad".
La controversia se intensificó tras un informe del Washington Post que reveló que Hegseth emitió una orden verbal para "matar a todos" a bordo del barco. Este fue el primer ataque de la administración Trump en su campaña contra el narcotráfico en el Caribe y el Pacífico oriental, una campaña que ha escalado a más de 20 ataques conocidos y más de 80 muertes.
Las investigaciones en curso buscan determinar si se respetaron los protocolos de guerra y los derechos humanos durante la operación. La justificación de la "niebla de guerra" ha sido recibida con escepticismo por algunos sectores, que argumentan que no exime a las autoridades de la responsabilidad de rendir cuentas por sus acciones.
La polémica en torno a este incidente subraya la complejidad y los desafíos éticos que plantea la lucha contra el narcotráfico, especialmente cuando se involucra el uso de la fuerza letal. El debate sobre la "niebla de guerra" y su aplicabilidad en este contexto promete continuar en los próximos meses.