La presidenta de México, Claudia Sheinbaum, fue víctima de acoso durante un recorrido público en el Centro Histórico de la Ciudad de México. Un hombre, identificado como Uriel “N”, se acercó a la mandataria mientras saludaba a transeúntes y la abrazó e intentó besarla en el cuello, realizando contacto físico sin su consentimiento. El incidente, captado en video, generó una ola de indignación en redes sociales y entre figuras políticas.
El hecho ocurrió cuando Sheinbaum se dirigía a un evento en la Secretaría de Educación Pública (SEP) frente a Palacio Nacional. A pesar de la presencia de escoltas, Uriel “N” logró acercarse y realizar el contacto no deseado. Una mujer advirtió la situación y, tras la insistencia del agresor, el personal de seguridad intervino para separarlo. Según reportes, el hombre mostraba un comportamiento alterado y pronunció frases incoherentes antes de ser retirado.
La detención de Uriel “N” se produjo horas después del incidente. La Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana (SSPC) y la Secretaría de Seguridad Ciudadana de la Ciudad de México confirmaron la aprehensión. El caso ha reabierto el debate sobre la seguridad de las mujeres en México, donde más del 70% de las mexicanas mayores de 15 años han sufrido algún tipo de violencia, y casi la mitad ha sido víctima de violencia sexual.
Reacciones y Repudio
El incidente ha sido ampliamente condenado por diversos sectores de la sociedad mexicana. La Secretaría de las Mujeres del Gobierno de México emitió un comunicado en el que lamenta que “ninguna mujer está exenta de vivir acoso sexual” en el país. Políticos y ciudadanos han expresado su solidaridad con Claudia Sheinbaum y han exigido medidas más contundentes para prevenir y sancionar el acoso y la violencia contra las mujeres.
Implicaciones y Debate Público
Este incidente ocurre en un contexto de creciente preocupación por la violencia de género en México. La viralización del video ha generado un intenso debate sobre la necesidad de proteger a las mujeres en espacios públicos y de garantizar que los agresores rindan cuentas por sus actos. El caso de Claudia Sheinbaum subraya la vulnerabilidad que enfrentan incluso las figuras públicas y la importancia de abordar este problema de manera integral.