Clientes de Rogers al Borde del Colapso: Horas en Espera y Servicio al Cliente Deficiente
La paciencia de los clientes de Rogers está llegando a su límite. Decenas de usuarios han expresado su frustración y enojo por las extensas horas que deben esperar para resolver problemas básicos, como cancelar servicios o corregir facturas. Las quejas se multiplican mientras la empresa, según fuentes internas, apuesta cada vez más por la inteligencia artificial para atender las llamadas de servicio al cliente, al tiempo que se producen despidos de representantes humanos.
Anil Sedha, residente de Winnipeg, relata una odisea de siete horas distribuidas en varias semanas solo para cancelar su servicio de internet de Rogers. Intentos fallidos a través de la web, un chatbot inútil y un laberinto de música en espera, llamadas caídas y transferencias interminables entre departamentos marcaron su experiencia. “Era un tema constante de ‘Tenemos un alto volumen de llamadas’”, explica Sedha, quien intentó comunicarse en diferentes horarios y días, sin éxito.
Un Problema Generalizado
La experiencia de Sedha no es un caso aislado. Numerosos clientes de Rogers han compartido historias similares de frustración y desesperación al intentar contactar con el servicio de atención al cliente. La falta de personal, la dependencia excesiva de la inteligencia artificial y la complejidad de los procesos internos parecen ser los principales culpables de esta situación caótica.
¿Falta de Competencia y Protección?
Expertos señalan la falta de competencia en el sector y la escasa protección regulatoria como factores clave que contribuyen a este problema. La ausencia de alternativas viables permite a Rogers mantener una calidad de servicio deficiente sin temor a perder clientes. La situación se agrava con los despidos de personal experimentado, reemplazado por sistemas automatizados que no logran satisfacer las necesidades de los usuarios.
- Cancelaciones de servicios imposibles.
- Facturas incorrectas que tardan semanas en resolverse.
- Tiempos de espera que superan las dos horas.
- Desconexiones repentinas durante las llamadas.
- Representantes que no pueden solucionar los problemas.
Los clientes de Rogers exigen una mejora urgente en el servicio de atención al cliente. La empresa debe invertir en personal capacitado, simplificar sus procesos y ofrecer soluciones efectivas a los problemas de sus usuarios. De lo contrario, la indignación continuará creciendo y la reputación de Rogers seguirá deteriorándose.