Un partido amistoso entre Estados Unidos y Paraguay, preparatorio para el Mundial 2026, terminó en una vergonzosa batalla campal que ha dado la vuelta al mundo. El encuentro, disputado en el Subaru Park de Chester, Pensilvania, y que finalizó 2-1 a favor de Estados Unidos, se vio empañado por una violenta trifulca desatada en los minutos finales.
¿Cómo comenzó la pelea entre EEUU y Paraguay?
El incidente se originó tras una disputa por un saque de banda entre Gustavo Gómez, capitán paraguayo, y Alex Freeman, defensor estadounidense. El forcejeo escaló rápidamente, involucrando a otros jugadores y miembros de los cuerpos técnicos. Las imágenes muestran empujones, golpes y un caos generalizado que obligó a la detención del partido.
La agresión de Gómez y las consecuencias
Uno de los momentos más tensos fue cuando Gustavo Gómez tomó del cuello al arquero estadounidense Matt Freese. Alex Freeman terminó con una lesión visible en la boca y rastros de sangre. Los organizadores revisarán las imágenes para determinar si corresponde aplicar sanciones disciplinarias a los involucrados.
Reacciones y Confesiones Inesperadas
A pesar de la gravedad de los hechos, el zaguero estadounidense Miles Robinson sorprendió al bromear sobre la pelea. En una entrevista, Robinson afirmó que al entrenador Mauricio Pochettino le gustan ese tipo de situaciones, refiriéndose a la pasión e intensidad que se vivieron en el encuentro. "Creo que a los chicos también les gustó, en general", añadió.
Alfaro y Pochettino: Duelo en el banquillo, trifulca en el campo
El partido también representaba un duelo entre los entrenadores argentinos Mauricio Pochettino (Estados Unidos) y Gustavo Alfaro (Paraguay). Ambos técnicos intentaron separar a los jugadores durante la pelea, pero la situación se descontroló rápidamente. Omar Alderete, defensor paraguayo, fue expulsado por lanzar un golpe en medio del tumulto.
¿Qué sigue para EEUU y Paraguay?
Más allá del lamentable incidente, ambos equipos continúan su preparación para el Mundial 2026. Paraguay enfrentará a México, mientras que Estados Unidos se medirá ante Uruguay en sus próximos compromisos.
La batalla campal entre Estados Unidos y Paraguay deja una mancha en la previa del Mundial 2026 y plantea interrogantes sobre la necesidad de controlar la intensidad en los partidos amistosos.