Cada 20 de noviembre, Argentina conmemora el Día de la Soberanía Nacional, recordando la heroica Batalla de la Vuelta de Obligado en 1845. Este enfrentamiento, liderado por Juan Manuel de Rosas y ejecutado en el campo de batalla por el General Lucio N. Mansilla, marcó un hito en la defensa de la independencia económica y territorial del país frente a las potencias europeas.
El contexto histórico de la Batalla de la Vuelta de Obligado
En 1845, una poderosa flota anglo-francesa intentó forzar la libre navegación de los ríos interiores de Argentina, buscando imponer sus productos y desplazar la producción local. Rosas, gobernador de Buenos Aires y encargado de las relaciones exteriores de la Confederación, se opuso firmemente a esta intervención extranjera.
La estrategia y el desarrollo del combate
Mansilla, al mando de las fuerzas argentinas, preparó una defensa estratégica en un recodo estrecho del río Paraná, cerca de la actual San Pedro. Se dispusieron cadenas gruesas para impedir el paso de los barcos enemigos, complementadas con baterías de cañones que hostigaron a la flota invasora.
A pesar de la inferioridad numérica y tecnológica, los soldados argentinos resistieron con valentía el embate de la flota anglo-francesa. La batalla fue feroz y sangrienta, con bajas significativas en ambos bandos. Juan Thorne, defendiendo la batería "Manuelita", perdió la audición a causa de un cañonazo, siendo luego conocido como el “sordo de Obligado”.
Un triunfo moral en la derrota táctica
Aunque las fuerzas argentinas no lograron impedir el avance de la flota enemiga, la Batalla de la Vuelta de Obligado se convirtió en un símbolo de la resistencia y el patriotismo argentino. La tenaz defensa demostró la determinación del país de defender su soberanía y su derecho a decidir su propio destino.
El almirante británico Inglefield reconoció la ferocidad de la resistencia argentina, destacando la obstinación con la que defendieron su posición. La Gaceta Mercantil, por su parte, exaltó el heroísmo del pueblo argentino y la figura de Rosas como “el gran americano”.
Legado y conmemoración
La Batalla de la Vuelta de Obligado es recordada como un ejemplo de la defensa de la soberanía nacional y la autodeterminación. El 20 de noviembre, los argentinos honran la memoria de aquellos que lucharon con valentía por la independencia del país.
Incluso Napoleón III reconoció el valor de Lucio Mansilla, nombrando una calle en París en honor a la batalla. Este gesto simboliza el reconocimiento internacional de la gesta heroica argentina.