El Tribunal Oral en lo Criminal N° 4 de San Isidro dictó sentencia en el caso del asesinato del empresario Roberto Wolfenson en su domicilio del country La Delfina, en Pilar. Rosalía Paniagua, la empleada doméstica acusada del crimen, fue condenada a prisión perpetua.
El juicio, que comenzó el 3 de noviembre, tuvo un giro crucial durante la tercera audiencia cuando Paniagua confesó el crimen. La mujer, que llegó al debate oral acusada de “robo calificado por el uso de arma en forma impropia en concurso real con homicidio criminis causa”, admitió su responsabilidad ante el tribunal.
Según su relato, el incidente se desencadenó cuando Wolfenson la descubrió robando un celular en la propiedad. Paniagua afirmó que Wolfenson la amenazó con denunciarla, lo que provocó una violenta confrontación. Describió haberle propinado un cabezazo, derribado al suelo, asestado una patada en el pecho y, finalmente, asfixiado con un colgante.
La defensa de Paniagua intentó justificar el robo del celular alegando que la esposa de Wolfenson se lo había solicitado “para ver en qué andaba”. Sin embargo, fuentes del caso desestimaron esta versión, considerándola falsa.
Las pruebas presentadas durante el juicio, incluyendo los resultados de la autopsia y la presencia de ADN de Paniagua bajo las uñas de la víctima, fueron determinantes para la condena. El escenario del crimen fue la habitación de huéspedes de la vivienda, donde se produjo la lucha fatal.
La sentencia pone fin a un caso que conmocionó a la comunidad de Pilar y generó gran atención mediática. La confesión de Paniagua y las pruebas forenses fueron elementos clave para el veredicto de culpabilidad y la imposición de la pena máxima.