Jake LaRavia, el alero de los Lakers, finalmente parece haber entendido el mensaje. Tras un comienzo lento, el jugador contratado por dos años y 12 millones de dólares está demostrando ser el valor de doble vía que Los Ángeles tanto necesitaba. Su reciente aumento en la agresividad ofensiva podría ser la clave para impulsar la banca de los Lakers, un área que ha carecido de consistencia en la anotación.
El Despertar Ofensivo de LaRavia
En sus primeras apariciones, LaRavia mostró eficiencia pero careció de volumen. Sin embargo, en su tercer partido, intentó 10 tiros de campo en 33 minutos, un cambio bienvenido. A pesar de disparar 3 de 10, su producción general aumentó, sumando 11 puntos, seis rebotes, cinco asistencias y un robo. Dos triples coronaron su actuación, indicando una adaptabilidad crucial al esquema ofensivo.
¿Qué Aportó LaRavia?
Incluso con una eficiencia subóptima, LaRavia proporcionó a los Lakers lo que necesitaban desesperadamente: una fuente poco común de producción ofensiva desde la banca. Los Lakers han construido una segunda unidad con potencial defensivo, con jugadores como Marcus Smart y Jarred Vanderbilt marcando la diferencia en ese aspecto. Sin embargo, la falta de anotación consistente desde la banca ha sido un problema persistente.
El Problema de la Banca de los Lakers
En la temporada 2024-25, Los Ángeles ocupó el puesto 29 en la NBA en puntos por partido de los reservas. Esta deficiencia afectó su rendimiento general. La llegada de LaRavia prometía solucionar este problema, pero su inicio fue tibio. Ahora, con su reciente ajuste y mayor agresividad ofensiva, hay esperanza de que pueda convertirse en una pieza clave para el éxito de los Lakers. Su capacidad para anotar y contribuir en otras áreas del juego lo convierte en un activo valioso.
Con Luka Doncic (dedo), Gabe Vincent (tobillo) y Marcus Smart (cuadriceps) fuera de juego, LaRavia ha tenido la oportunidad de demostrar su valía, incluso obteniendo un puesto en el once inicial. En los partidos que ha jugado esta temporada, promedia 7.3 puntos, 3.0 rebotes y 2.0 asistencias en 25.7 minutos por partido. Su capacidad para aprovechar esta oportunidad y mantener su nivel de juego será crucial para el futuro de los Lakers en la temporada.